El caprilismo

Ensayo sobre la oscuridad


“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.
Augusto Monterroso
Durante la oscuridad, los días son lentos y cortos. Y las noches infinitas y nerviosas. El apagón del 7 al 11 de marzo nos dio una muestra del primitivo horror de la guerra. La incertidumbre y el miedo hicieron a muchos pensar que, quizás, este sería el último capítulo de la confrontación. Pero el lento despertar de los días posteriores reveló la realidad: seguimos aquí, con el mismo país esperando por nosotros.
En Nicaragua hubo 10 años de guerra para “sacar” al gobierno Sandinista, con un ejército paramilitar nacido de la antigua Guardia Nacional y concentrado en los países fronterizos. Nadie pensó que la guerra duraría tanto. Una década de lucha en la oscuridad no logró derrocar al sandinismo, y quienes apoyaban a la Contra esperaron largas noches que una invasión de marines “acabara con el horror”. El escritor Sergio Ramírez, quien fuera vicepresidente de Nicaragua, relata en su libro de memorias, Adiós muchachos, lo que para nosotros debe ser una lección, ya que somos objeto de la misma estrategia, aunque con tácticas distintas:
“No se dio la invasión, que según Elliott Abrams, el subsecretario de Estado, estuvo a punto de ser ordenada por Reagan. Pero la guerra de los contras, armados y financiados por Estados Unidos, descalabró a Nicaragua no sólo en términos de los miles de muertos, inválidos y desplazados, sino también por la postración económica y la destrucción material masiva que produjo, y la pérdida de las bases de convivencia social; porque la guerra, aunque alentada desde fuera, llegó a enfrentar al país no estrictamente en términos de clase, ricos vendepatria contra pobres sandinistas: lo desgarró de arriba abajo, como un cuchillo metido en su entraña misma, cortando a todas las clases sociales y dividiéndolas”.
La guerra es el extremo oscuro de la política. Ambas consisten en una dialéctica de voluntades, mediante la luz de la palabra o la ceguedad de la muerte. En Venezuela, la oposición abandonó la política y le abrió la puerta principal a Estados Unidos, a quien no le interesa la política, ni la luz ni la paz. Con balas y bombas o con bloqueo y sabotaje, su estrategia es mantener el estado de guerra y desgracia. De la recuperación del espacio político depende la posibilidad de escapar al infinito abismo de la oscuridad.

@ÁngelDanielCCS

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