El caprilismo

Hasta el 2021

Después de las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre, y más exactamente, a partir de la instalación de un nuevo parlamento el 5 de enero de 2021, en Venezuela se configurará un nuevo cuadro político que generará una nueva dinámica en el país. Los sectores opositores que participen en ese proceso con toda seguridad obtendrán un buen número de escaños y, de esta manera, consolidarán una fuerza política real, con capacidad de interpelar al Gobierno, que también tendrá su representación en la Asamblea Nacional.

El espacio político que se constituya en ese momento tendrá como contexto necesario una nueva dinámica en el Gobierno de Estados Unidos, que también cambiará a partir de las elecciones presidenciales que se realizarán en ese país en noviembre. Desde el 20 de enero habrá en Washington una nueva administración, que puede ser demócrata si gana Joe Biden, o republicana si repite Donald Trump. En ambos casos, se dará una renovación política: con los demócratas llegaría un grupo distinto de funcionarios a imponer su propia lógica de acciones; y si gana de nuevo Trump, también habría cambios, pues este ya no tendría entre sus objetivos la reelección presidencial y con seguridad trataría de imponer una visión política propia por encima de la burocracia gringa. No hay que perder de vista esto. De cualquier manera habrá un cambio en la política hacia Venezuela, que hoy más que nunca tiene influencia decisiva en nuestro país.

Lo importante aquí es dejar claro que el grupo de Guaidó perderá la poca representatividad política que le queda, ya que esta descansa en el reconocimiento que otros países le dieron en 2019 porque estaban al frente de la Asamblea Nacional. Con una nueva elección y un nuevo parlamento que efectivamente realice actos legislativos y parlamentarios, aquella supuesta legitimidad de Guaidó se disuelve hasta convertirse en nada. Les quedaría muy difícil a los gobiernos europeos, e incluso al gringo, reconocer como gobierno a una gente que no detenta ningún tipo de cargo.

El problema es que, de aquí a allá, esa gente hará todo lo posible con tal de impedir que el escenario aquí descrito se consume. Probablemente habrá nuevos intentos de generar violencia y más caos económico. Y el país deberá seguir resistiendo, como hasta ahora, con la mirada puesta en 2021.

@ÁngelDanielCCS


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